
Combatir la ansiedad
Combatir la ansiedad Querida ansiedad, Gracias por avisarme cuando las palabras quedan presas, por recordarme que mi sonrisa no enmascara mi dolor. Gracias por hacerme sentir que puedo hacer algo por mi, que tengo una oportunidad de cambiar mis circunstancias. Gracias por aparecer de manera inesperada, para así poder darme un espacio para escucharme. Qué extraño puede resultar esta perspectiva. La ansiedad siempre se vive como algo contra lo que pelear, que incapacita, o incluso que te hace sufrir sin sentido. La intentamos enmudecer con medicación, con meditaciones, con una carga inaudita de actividades que la distraigan. Pero, ¿y si le diéramos la oportunidad mostrarnos las pistas que conducen a nuestro malestar? Ansiedad ¿aliada o enemiga? La ansiedad de por si se trata de un mecanismo adaptativo natural, que nos…